Parece un tema demasiado genérico, pero es enorme importancia si pretendemos acercarnos a nuestra más inmediata realidad social y sanitaria.

A muchos les da vértigo el «por venir» sin ninguna Institución de ámbito Internacional que tenga la capacidad de poner límites a la investigación científica.Por otro lado existe una clara tendencia a recuperar las energías renovables, a producir cultivos ecológicos y no manipulados genéticamente, y en medicina, a solicitar métodos alternativos. Muchas veces se trata de remedios naturales usados desde tiempos remotos por otras civilizaciones. En cualquier mercadillo popular nos encontramos con algún puesto de plantas medicinales. Algunas mujeres embarazadas demandan partos naturales en el propio domicilio y exigen a la Sanidad Pública que no vacune a sus hijos.

La OMS define la salud como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» y efectivamente, parte de la sociedad percibe que la medicina tradicional ha defraudado sus expectativas. Contemplamos impasible cómo en nuestras calles hace tiempo que se abren menos centros sanitarios, pero se desarrollan como hongos los establecimientos esotéricos apoyados por unas campañas mediáticas importantes.

A la luz de estos hechos, ¿crees que ha perdido fuerza la fe que nuestra sociedad moderna puso en los avances científicos?  ¿Estamos asistiendo a un cambio de ciclo?