Deia acaba de conceder un premio a la Farmacia Aramburu de Plentzia por la labor desarrollada en sus 125 años de vida. Gracias por el reconocimiento.
A propósito de este homenaje quisiera dar dos pinceladas sobre los comienzos de esta aventura.
Mi abuelo, D. Pedro Aramburu Mendieta nació a la orilla de una ría perdida en lo profundo de Euskadi, en el minúsculo municipio de Gatika. En Bilbao estudió el bachiller y comenzó a conocer el mundo urbano, y en él a D. Miguel de Unamuno con quien compartió su amistad hasta el final de sus vidas. Ambos se trasladaron a estudiar a la Universidad Central de Madrid.
D. Pedro, con su título de farmacéutico bajo el brazo, regresa a su tierra natal y apoyado por su madre inicia la aventura de abrir una nueva farmacia a cinco kilómetros de su hogar, en Plencia, una boyante villa de larga tradición marinera.
Contaba con 24 años de edad y en el municipio nadie le conocía, así es que el cinco de enero de 1.888, primer día de apertura al público de la farmacia, entraron cuatro personas a su establecimiento, probablemente más por curiosidad que por una urgencia sanitaria. El balance de este mes resultó patético: 157 pacientes que compraron medicamentos por un valor de 140 pesetas (0,85 €). Pero él no perdió ni el ánimo ni la ilusión y fue ganando en amor a su profesión hasta el punto de dejar tras de sí una estela de boticarios entusiasmados por su trabajo; unos se vieron obligados a desarrollarlo en Sevilla y a otros nos ha tocado custodiar sus orígenes.
Gracias a todas y a todos los que nos habéis acompañado en este largo caminar.
Que bonito y que gratificante seguir conociendo nuestras raíces, nuestros orígenes, nuestra familia.
Bs.
Os esperamos a todos con los brazos bien abiertos. Merece la pena la visita…
Que preciosidad de farmacia y de museo. Debeis de haber trabajado muchísimo pero el resultado merece la pena. Por supuesto que merece la pena ir a visitarla y a la vez saludaros a vosotros.
Besos
M. Emilia
En 125 años de vida de esta farmacia muchas personas han dejado lo mejor de si mismas. Ha sido un trabajo en equipo sin ligaduras de tiempo.